jueves, mayo 03, 2007

Hablemos sobre aborto

Publicado en el Diario La Prensa Libre
28 de abril, 2007



Hablemos sobre aborto
Adriana Maroto Vargas*
En la construcción social de la maternidad, no hay lugar para que una mujer piense que no quiere continuar con un embarazo y mucho menos que pueda tomar la decisión de realizar la interrupción del mismo.
La Colectiva por el Derecho a Decidir reconoce que colocar el aborto como un tema de opinión pública, es un gran reto: si sobre el aborto no se habla, ni siquiera se piensa, es más inimaginable dar un debate público centrado en argumentos de derechos humanos y salud integral de las mujeres.

Plantear el tema del aborto como nuestro eje de trabajo provoca reacciones entre sectores diversos de la sociedad, pero hemos aprendido que cuando se habla del aborto en casos concretos, de mujeres con una historia particular, las personas tienen posiciones más abiertas que las que ellas mismas se imaginaban en un inicio.

En nuestra defensa por el derecho a decidir, reivindicamos el derecho de las mujeres a vivir una maternidad segura y deseada, una maternidad que es opcional y no impuesta, una maternidad que forme parte de nuestros proyectos de vida.

Garantizar las condiciones para que las mujeres ejerzamos de forma plena nuestra ciudadanía, incluyendo el derecho a decidir de forma autónoma respecto a nuestra sexualidad y reproducción, parece una utopía en nuestra sociedad en momentos en que los fundamentalismos religiosos han cobrado fuerza.

El Código Penal de Costa Rica permite el aborto cuando el embarazo pone en riesgo la salud o la vida de la mujer, pero consideramos que además existen otras condiciones mínimas o condiciones límite en las que se debería despenalizar el aborto.

El derecho a una vida libre de violencia es un derecho humano reconocido internacionalmente y Costa Rica no ha hecho la excepción al firmar tratados internacionales y crear legislación nacional que así lo respalda. Los embarazos forzados son una forma más de violencia hacia las mujeres y por esta razón consideramos que se debe despenalizar el aborto cuando el embarazo es consecuencia de alguna forma de violencia sexual (violación, abuso e incesto) hacia niñas, adolescentes y mujeres adultas.

También creemos que obligar a una mujer a llevar a término un embarazo cuando existen malformaciones del feto que no permitirán la vida fuera del útero al momento de nacer, es una forma de tortura contra las mujeres y por lo tanto se debería permitir la interrupción del embarazo en estos casos.

¿Qué alternativas les vamos a ofrecer a estas niñas, adolescentes y mujeres adultas que enfrentan un embarazo como consecuencia de alguna forma de violencia sexual? ¿Vamos a obligar a las mujeres a llevar a término un embarazo cuando existe la certeza que el feto morirá al momento de nacer? ¿Seguiremos como sociedad siendo cómplices de la violación sistemática a los derechos humanos de las mujeres? O más bien, ¿el desafío como sociedad, será crear opciones para que las mujeres con base en información y de acuerdo a sus propios valores y su propia moral puedan decidir sobre su cuerpo, su sexualidad, su reproducción y su proyecto de vida?
Este artículo es una invitación para que hablemos sobre la despenalización del aborto en nuestro país, especialmente en las situaciones mencionadas anteriormente. Como sociedad no podemos obligar a las mujeres a continuar con embarazos que son una tortura en sus vidas.

*Colectiva por el Derecho a Decidir

1 comentario:

Anónimo dijo...

...En las Aulas he aprendido que el Derecho tiene como fin último la justicia social, si bien nos ha dado un Principio y Normas que tutelan la Igualdad; este se ha olvidado al menos en Costa Rica, de equiparar la igualdad a aquellos y aquellas que por circunstancias in natura se encuentran en completo estado de indefensión. Esto precisamente sucede con el embarazo no deseado en la mujer, cuyo don de la maternidad se torna subversivo en las ocasiones en que este da fruto en contra de su voluntad. Esta equiparaciónn es la que debe subsumirse a la Autonomía de la Voluntad ampliando los ámbitos en que la Ley, y la burda moral de muchos lo impide. Respecto a la moral... me declaro amoral, y respeto la autonomía de los demás de tomar bandos, pero con respecto a la Ley, el aporte puede ser invaluable. Costa Rica y su Estado "Católico-Romano" con su artículo 75 de la Constitución Política se podrán oponer... yo me remito a decir a la Iglesia Católica, su moral es muy útil para hacer caridad y limpiar sus conciencias, pero lo jurídico les agradeceríamos se lo dejen a los abogados. Es acaso el Derecho a la Vida un derecho absoluto? Es curioso que nunca he oído a la Iglesia pronunciarse en contra de la Legitima Defensa... donde tambíen se le quita la vida a alguien. Finalizo diciendo... es cierto, si una mujer exige sus derechos está se convierte en una antipática feminista, pero si lo hace un hombre, este se convierte en un pionero. Principio de Igualdad?

Muchas Gracias;
priscilla.sanchez@yahoo.com